Thursday 16 June 2011

No nos dirigimos hacia una nueva edad de hielo.

sun by SDONuestra estrella tiene un ciclo de actividad de aproximadamente 11 años. Tiene un máximo y un mínimo que coinciden con la aparición y desaparición de manchas solares en su superficie. Hace unos años los astrónomos se están rascando las cabezas ya que el actual ciclo solar (el número 24 desde que comenzaron los registros en 1755) se tardó mucho en empezar. Con el reciente lanzamiento del Solar Dynamics Observatory, a nadie le hace mucha gracia que al Sol se le de por estar tan tranquilo y aburrido.

Pero hace unos días, durante una reunión de la División de Física Solar de la Sociedad Estadounidense de Astronomía, científicos anunciaron que no sólo estamos ante un ciclo particularmente tranquilo, sino que es posible que el próximo ciclo (25) ni siquiera empiece.

Se sabe nada poco sobre los mecanismos detrás del ciclo de 11 años por lo que su predicción no es una ciencia exacta. De todas formas hay 3 líneas de evidencia que apuntan hacia la misma dirección que Phil Plait resume mucho mejor de lo que yo podría. Primero, las manchas solares están disminuyendo en su contraste y si esta tendencia sigue es esperable que desaparezcan completamente en los próximos años. Segundo, el máximo solar es anticipado por la aparición de una corriente solar (que no puede observarse directamente pero que se mide mediante la heliosismología, ¿no es genial?) que corre de oeste a este migración hacia el ecuador pero esta corriente no está por ningún lado. Finalmente, la actividad magnética en la corona (la atmósfera del Sol) se mueve hacia los polos antes de un máximo y actualmente esta migración es muy débil.

Toda esa charla de un “gran mínimo” solar, predeciblemente, produjo comentarios advirtiendo una nueva edad de hielo tanto entre algunos medios como muchos “escépticos” climáticos (por ejemplo, este post o los comentarios en este). Pero este es otro caso de malaprensa; nunca dejes que los hechos arruinen una buena historia. No se los puede culpar, después de todo el Mínimo de Maunder podría estar vinculado con la Pequeña Edad de Hielo aunque me parece que no está del todo claro. En cualquier caso, no sólo no se sabe cuánto va a durar esta época tranquila del Sol sino que su efecto se enfriamiento sería mínimo comparado con el forzamiento de los Gases de Efecto Invernadero producidos por las actividades humanas. Y esto no es especulación de mi parte: en 2010 Feulner y Rahmstorf publicaron “On the effect of a new grand minimum of solar activity on the future climate on Earth” en donde exploran el efecto de un nuevo gran mínimo en el clima. John Cook de Skeptical Science explica la metodología del trabajo pero la conclusión es clara.

Mínimo solar

La diferencia de temperatura entre un escenario de mínimo solar y uno con la actividad similar a la actual es de a lo sumo 0,3ºC. Quien esté preocupado por un “enfriamiento global” de estas características debería temerle mucho más un calentamiento global de entre 2 y 4,5ºC.

Conclusión.

Esta noticia es muy interesante y pone en manifiesto lo poco que sabemos sobre los mecanismos internos del Sol. No sabemos qué tan raro o común es este fenómeno y, para ser sinceros, es poco probable que se pueda predecir con confianza qué va a hacer el Sol en los próximos 100 años. Sin embargo podemos estar relativamente seguros de que no vamos hacia una nueva edad de hielo y que un mínimo solar no es la solución al calentamiento global.

Esta es una de esas oportunidades donde se puede ver la verdadera cara de los “escépticos”. Quienes exigen rigor científico absoluto y buscan cualquier excusa para criticar a la climatología ahora saltan a conclusiones apresuradas sin la menor consideración por la ciencia. En el post sobre el tema en el blog “EL FRAUDE DEL CAMBIO CLIMÁTICO” el autor dice:

Es increíble la lentitud con la que muchos científicos han tardado en reaccionar a lo que ya sabían muchos científicos hace una década, esta es una buena noticia científica que da la razón al 100 por cien de lo que llevo hablando en este Blog desde hace mas de tres años (…)

Quien haya leído blogs como Starviewer encontrará este tipo de declaración muy familiar. Es que es un remate clásico del conspiranoico que cree haber refutado teorías científicas bien establecidas en el sótano de su casa e interpreta el rechazo de la comunidad científica como basado en ideología y dogmatismo en vez de, como es en realidad, en la paupérrima calidad de sus datos, razonamientos, conclusiones y contacto con la realidad.

Monday 13 June 2011

El calentamiento de los últimos 17 años sí es estadísticamente significativo.

FarsaHace un tiempo hay un mantra entre quienes niegan el cambio climático antropogénico que consiste en que “no hay un aumento significativo en la temperatura en los últimos 15 años”. Esta afirmación tiene su origen en una entrevista al climatólogo Phil Jones realizada por la BBC con varias preguntas “formuladas por escépticos”:

B - ¿Está de acuerdo con que desde 1995 al presente [2010] no hubo calentamiento global estadísticamente significativo?

Sí, pero casi. Yo también calculé la tendencia para el período 1995-2009. Esta tendencia (0,12ºC por década) es positiva, pero no significativa al nivel de significancia estadística de 95%. La tendencia positiva está bastante cercana al nivel de significancia. Lograr significancia estadística en términos científicos es mucho más probable para períodos más largos y menos para períodos cortos.

Como dice Phil Jones, el período en cuestión es corto y, por lo tanto, es difícil encontrar una tendencia significativa. Pensar que el planeta no se está calentando porque no se puede encontrar significancia en un período corto es como pensar que un pibe de 7 años no está creciendo porque no hubo un crecimiento significativo en un período de 2 semanas. Un segundo problema es que la significancia estadística del 95% es más o menos arbitraria. Los mismos datos no fallarían la prueba de significancia si utilizáramos el criterio de 90%, por ejemplo.

Para el que entiende todo eso no es sorprendente enterarse entonces que el período 1995-2010 sí es estadísticamente significativo. Al agregar sólo 1 año la tendencia supera el nivel del 95% y muestra una tendencia de 0,19ºC por década. Grandes noticias, gente, el calentamiento global no se detuvo; a la atmósfera no le importa que las estadísticas no den una tendencia significativa. En otras palabras: el clima no es matemática, es física.

Pero, ¿por qué esperar hasta 2011 para agregar un año? Bien podríamos haber agregado el año 1994 para tener más o menos la misma cantidad de datos. De nuevo no es sorprendente que el período 1994-2009 también sea significativo. De hecho, esto demuestra el descarado cherry picking por parte de los “escépticos” que formularon esas preguntas.  En un comentario en el blog Deltoid el blogger, negacionista climático y autoproclamado “físico conservador” Luboš Motl nos muestra por qué los “escépticos” eligieron 1995 (mis negritas):

1995 es el primer año cuando la significancia estadística de la tendencia de ese año a 2009 falla con seguridad. Desde 1994 uno obtendría una tendencia técnicamente significativa.

Conclusión.

No es el #CambioClimático lo que es una farsa, sino la negación de su existencia. Nos muestran ruido y lo quieren hacer pasar como datos, nos muestran citas fuera de contexto y las quieren hacer pasar como evidencia de una conspiración, nos muestran peticiones firmadas por “científicos” “escépticos” y las quieren hacer pasar como muestra de la ‘controversia’ (spolier: no hay tal).

Un problema recurrente con los negacionismos de toda estirpe es que, como decía Mark Twain, “una mentira puede dar media vuelta al mundo, mientras la verdad se pone los zapatos”. Esto es, cualquiera puede decir una mentira en una oración que, como vemos en el caso anterior, necesita más de 300 palabras para corregir. Esto se llama Gish Gallop y veíamos como los “escépticos” del cambio climático lo utilizaban con el bulo de climategate. Por suerte, hace unos días tenemos una forma de refutar esta mentira con una sola oración y agarrarla antes de que termine de poner las medias: “Sí hay calentamiento significativo desde 1995” y punto.

Sunday 12 June 2011

Encuentro del Círculo Escéptico Argentino el 25 de junio en La Plata.

Reunión escépticaEl 28 de mayo con el Círculo Escéptico Argentino organizamos un encuentro en Buenos Aires. Para repetir la experiencia, el 25 de junio nos encontramos en La Plata. Toda la ínformación está en el blog del CEA con planitos y todo y en el evento en Facebook. ¡Gracias a Jorge Berrueta por organizar todo!

Friday 10 June 2011

Demos las gracias a Puyehue por un atardecer espectacular.

No es noticia que en Chile un volcán hizo erupción y que las cenizas se desparramaron por todo nuestro país. Hace unos días llegaron a Buenos Aires y los autos se despertaron con una capa de fino polvo. El cielo se veía como a través de un vidrio esmerilado, aunque desconozco si eso era por las cenizas en sí o porque estábamos debajo de un cirrus. Lo que sí es relativamente nuevo es el furioso atardecer de esta tarde cuando las nubes se tiñeron por unos momentos del rojo sanguíneo. Esto hay que agradecérselo al Puyehue.

¿Cómo se relaciona la erupción de un volcán a 1300km de distancia con este fenómeno que inspira romance en las parejas, melancolía en los solitarios y puteadas en los fotógrafos que se olvidaron la cámara en su casa? La explicación se relaciona con el color del cielo, los vidrios coloreados, la recepción de radio, el hecho que podamos escuchar cosas que no vemos y un astrónomo holandés llamado Christiaan Huygens.

Primero hay que empezar diciendo que la luz se comporta como una onda; esto no es estrictamente cierto ya que tiene propiedades tanto de ondas como de partículas pero para esta explicación es suficiente. Huygens se dio cuenta que en una onda de frente plano (como las olas del mar) se puede pensar que cada punto está generando ondas circulares y que la onda plana se produce por la interferencia ente ellas. Esto significa que si se pone una ranura en su trayectoria, vamos a observar una onda circular que se propaga desde ese punto. De forma similar, si hay un obstáculo, los puntos extremos de la onda van a propagar nuevas ondas “rellenando” el espacio que queda. Esto se llama difracción.

HuygensCréditos: Apuntes de Óptica Astronómica por Enrique Campitelli (mi viejo)

¡Un momento! Si la luz pudiera “rellenar” todos los obstáculos, entonces no existiría la sombra. Es que la difracción tiene un límite: una onda rellena los obstáculos que son menores que su longitud de onda. La luz visible tiene una longitud de onda entre los 380 y 780 nanómetros por lo que un ser humano de 1,8 metros es demasiado grande para que la difracción sea notable. Pero las ondas de radio tienen una longitud del orden de los metros lo que explica por qué uno puede escuchar la radio aún cuando haya una persona entre la emisora y el receptor. También explica que corrientemente no haya “sombras” de sonido y que podamos escuchar cosas aunque no podamos ver su origen.

La difracción no es la misma para todas las longitudes de onda. Cuando los obstáculos son muy chicos comparados con ésta, los azules son mucho más afectados que los rojos. Cuando la luz se encuentra con una partícula de un tamaño semejante a una determinada longitud de onda, ésta se difracta de manera preferencial. Los vidrios coloreados bien hechos utilizan ese principio. Durante el proceso de fabricación se le agregan óxidos metálicos que le dan distintos colores al difuminar más un color por sobre el resto.

Pero todo esto no tiene nada que ver con los gloriosos atardeceres y el azul del cielo… pero ya llego. El aire está formado por moléculas y estas son mucho más chicas que la longitud de onda de la luz visible por lo que la dispersa por difracción (el proceso se llama Dispersión de Rayleigh). Como la atmósfera dispersa más las longitudes de onda corta, lo que vemos cuando miramos a algún lugar que no sea el Sol es la luz azul dispersada. Si el Sol está bajo en el horizonte, la luz tiene que atravesar mucha más atmósfera, por lo que la luz azul se dispersa aún más y sólo quedan las longitudes de onda más largas: los rojos y anaranjados. 

FénixSacada por mí un día que NO me olvidé la cámara (click para agrandar)

Y ahora llegamos a por qué tenemos que agradecerle al Puyehue por los bellos atardeceres. La dispersión atmosférica se da mejor cuando el aire está “sucio” con partículas muy pequeñas  porque estas acentúan el proceso. ¿No notaron que los atardeceres luego de una lluvia fuerte son mucho menos intensos que cuando pasan semanas sin lluvia? Son muy lindos, también; con nubes muy blancas y cielos muy azulados. Las cenizas del Puyehue vienen de todos los tamaños y algunas son lo suficientemente pequeñas para difuminar la luz y crear rojos muy intensos. Además el tamaño promedio de las partículas de ceniza volcánica disminuye con la distancia (El Marplatente Escéptico tiene varias imágenes de las cenizas bajo el microscopio). En Bariloche probablemente no hayan podido disfrutar de sus bondades.