Tuesday 27 December 2011

Separando el tiempo del clima.

Un principio básico es que el tiempo no es el clima. Por desgracia, la palabra “tiempo” en español es poco feliz ya que no sólo significa las condiciones meteorológicas locales en un momento dado, sino también una curiosa variable utilizada en física. En inglés “weather” es mucho más cómoda para utilizar pero bueno, lo que ellos ganan en vocabulario lo pierden en conjugaciones verbales.

El clima, a diferencia del tiempo, denota el promedio de las condiciones meteorológicas de una región. Que en julio de 2007 haya nevado en Buenos Aires no significa que hayamos dejado de tener un clima templado. Por convención se define el clima como las condiciones promedio de una región durante 30 años. La señal del calentamiento global, entonces, no se observa en el día a día sino en el cambio progresivo de los valores medios. Más aún, al ser global hay que tener en cuenta todo el planeta no una sola región.

Pero los registros de la temperatura no pueden hacer otra cosa que registrar el día a día y el de sólo un lugar del mundo. Hay que utilizar técnicas estadísticas para obtener información relevante a partir de esos datos. Pero aún así, esos registros tienen mucho ruido que oculta la señal del calentamiento global causado por los humanos. Parte de ese ruido se debe a errores de medición, y la otra parte a la variabilidad natural producida tanto por factores conocidos como desconocidos, es decir, el tiempo. En un paper publicado en diciembre de este año Grant Foster y Stefan Rahmstorf buscaron eliminar esos factores para que la verdadera señal emerja por encima del ruido.

Para eso agarraron los 5 principales registros de temperaturas globales (GISS, NCDC, HadCRUT, RSS y UAH) durante los 32 años en los cuales los datos se solapan y estimaron el efecto de 3 factores naturales que influyen sobre las temperaturas globales: El Niño (ENSO), los cambios en la radiación solar y las partículas en suspensión (aerosoles). Luego restaron su influencia en los registros. La resultante, entonces, es una serie con la diferencia de temperatura que cabría de esperar si esos factores no existieran.

Por ejemplo, si un año se vio influido por un fenómeno El Niño muy fuerte, en los datos “crudos” aparecería con una temperatura particularmente alta (como en 1998). Mediante el método que propone este paper a ese año se le “resta” la variación de temperatura causada por ese El Niño, eliminando su influencia. Esto se puede ver perfectamente en los gráficos antes y después; el pico de 1998 se ve muy reducido en los datos procesados.

FR11_AllCréditos: Skeptical Science

Esto no elimina la totalidad de los factores naturales, obviamente, sólo disminuye la influencia de estos 3 factores conocidos. El resultado es que

Cuando se tienen en cuenta las fluctuaciones en la temperatura de los últimos 32 años (que tienden a ocultar la continuación de la tendencia del calentamiento global), es obvio que no ha habido ninguna cesación, ni una reducción del calentamiento global en la última década (…). Cualquier desviación de una tendencia linear sin cambios puede explicarse por la influencia de ENSO, volcanes y la variabilidad solar.

Los autores dicen que “esta es la verdadera señal del calentamiento global”. No estoy seguro de que sea tan absoluto. Es probable que hayan otros factores en juego y quizás algunos que directamente no conocemos; además como los factores climáticos interactúan entre ellos, no estoy seguro que tal cosa siquiera exista. Si las partículas en suspensión afectaran el fenómeno El Niño (cosa que, según tengo entendido, no es muy probable), entonces sería más difícil eliminar la influencia total de ambos factores eliminándolos por separado. Lo que sí podemos decir es que estos datos muestran la señal antropogénica con mayor claridad.

Los autores también listan la tendencia lineal causadas por estos factores naturales y notan que no sólo es muy pequeña en relación a la tendencia antropogénica sino que es negativa. Es decir, el efecto de El Niño, los cambios en el Sol y la concentración de aerosoles produjeron, en total, un ligero enfriamiento. Esto significa (acordando con lo concluido en un trabajo anterior) que “la tendencia atribuible al calentamiento global es un poco mayor a la que se observa en los datos crudos”.

Tuesday 20 December 2011

Día del escepticismo – Un año el Círculo Escéptico

Si hace poco celebrábamos el nacimiento de Carl Sagan, hoy tenemos la triste tarea de conmemorar su  muerte. Sagan murió un día como hoy hace 15 años por una neumonía fruto de una mielodisplasia. Pero este año por suerte también tenemos una buena noticia, la celebración del primer aniversario de la creación del Círculo Escéptico Argentino. Nacido como un ambiciosa proyecto por un grupo de bloggers que apenas si sabían lo que hacían (en los cuales me incluyo), ahora tenemos más de 1000 seguidores en Facebook, unas 24 ediciones de nuestro podcast Pienso, luego dudo y un foro donde se dan debates más que interesantes.

No voy a entrar en más detalles ya que Pablo Flores escribió un largo post detallando nuestras actividades en los últimos 12 meses y dejando entrever nuestros planes para el futuro. Fue una gran experiencia y promete mucho para el futuro.

Me tocó a mí ser testigo y parte de los inicios. El papel de iniciador le cupo a un joven bloguero rosarino que a base de insistir convenció a un reducido grupo de conocidos escépticos y amantes de la ciencia de formar una asociación o círculo, sin saber todavía muy bien cómo iba a funcionar, qué iba a hacer exactamente y qué tan alto podrían situarse sus objetivos. El 20 de diciembre, aniversario de la muerte de aquel gran divulgador, defensor de la ciencia y luchador contra la superstición que fue Carl Sagan, fue elegido como día fundacional, aunque —como cualquiera puede comprobar— las actividades comenzaron antes. ¡No íbamos a esperar a que fuera un día especial!

Sigue en Día del escepticismo - El CEA cumple un año

Thursday 15 December 2011

Cambio Climático, ¿de cuánto somos responsables?

La posición de consenso del 4to reporte del IPCC (AR4) es, parafraseando, que las actividades humanas son muy probablemente responsables de la mayoría del calentamiento global reciente. Pero la pregunta es, ¿de cuánto somos responsables? ¿El 80%, el 99%? Un paper por Markus Huber y Reto Knutti publicado en Nature Geoscience (pdf) este diciembre cuantifica este número. 

La mayoría de las investigaciones sobre atribución del cambio climático se basan en el análisis de los cambios templares y espaciales de la temperatura y otras variables. Un calentamiento causado por el Sol no tiene las mismas características que uno causado por un efecto invernadero; mientras en el primer caso uno esperaría que toda la atmósfera se calentara al mismo tiempo, en el segundo las capas altas de la atmósfera se enfriarían porque reciben menos radiación desde el suelo.

Los autores de este paper, en cambio, muestran otra forma independiente de atribución: usando un modelo basado en el balance energético de la Tierra. Los cambios climáticos debido a la variabilidad natural del planeta no incrementan la cantidad de energía en el sistema, simplemente la distribuyen de forma distinta. Un aumento en el efecto invernadero, en cambio, significa que la Tierra emite menos energía al espacio, aumentando el contenido neto del sistema climático.

Utilizaron datos de una docena de factores que afectan al clima como el Sol, erupciones volcánicas, Ozono, Óxido Nitroso, y, claramente, Dioxido de Carbono. El CO2 (línea negra) claramente domina por sobre el resto de los factores

image

Esta impresión se ve reflejada en el análisis numérico. Los gases de efecto invernadero contribuyeron casi un 160% del calentamiento total observado. Es decir, si no fuera porque otros factores ‘tiran para el otro lado’, en vez de los 0,8 ºC que aumentó la temperatura desde la década de 1850 (primer recuadro abajo), habríamos tenido 1,31 ºC.

image(click en la imagen para agrandar)

Esta proporción se mantiene también si analizamos el calentamiento ocurrido desde 1950 (segundo recuadro). De los 0,55 ºC observados, los gases de efecto invernadero son responsables de 0,85 ºC. En los gráficos puede compararse la influencia total de los factores naturales y los humanos (últimas dos barras verdes). Como puede verse, si bien los factores naturales tuvieron influencia en el calentamiento global desde 1850, si lo tomamos desde 1950 éste es prácticamente cero, y se vuelven virtualmente insignificantes en el calentamiento futuro de los próximos 50 años en un escenario de no intervención (último recuadro).

Los autores calcularon que es “extremadamente poco probable” (menos de un 5% de probabilidad) de que la variabilidad interna (el grisado en los gráficos anteriores) haya contribuido más de un 26% del calentamiento de los últimos 50 años. Esto es un límite superior, lo que significa que como máximo, un 26% del calentamiento se deba a la variabilidad natural. Pero esto significa que aún si los modelos simularan una variabilidad natural de 1/3 de la magnitud real, sería difícil conseguir una tendencia de calentamiento tan grande como la observada sin forzamientos externos. Se trata de un resultado robusto.

En cuanto a la contribución humana total al calentamiento global desde 1950, las actividades humanas explican un ¡102%! de la señal forzada (que es como mínimo un 74% de la tendencia observada).

imageRojo: modelos que incluyen factores humanos – Azul: modelos sin factores humanos - Negro: observaciones.


ResearchBlogging.orgHuber, M., & Knutti, R. (2011). Anthropogenic and natural warming inferred from changes in Earth’s energy balance Nature Geoscience DOI: 10.1038/NGEO1327

Saturday 3 December 2011

Climategate 2.0 – Una secuela tan mala como el original.

osos-polares-climategateAlgo que siempre hay que tener en mente, aunque no siempre está, es que los científicos son personas como usted y yo. Aunque la empresa de la ciencia y su metodología requiera dejar de lado las emociones, los sesgos, las riñas internas y la política, no es noticia que los científicos no pueden hacerlo. De hecho, la emoción y la rivalidad es parte esencial del trabajo científico. La competencia sirve para que cada investigación sea brutalmente atacada y sólo sobrevivan las mejores y la emoción sirve, como en cualquier ámbito, para motivar el trabajo. También en el escepticismo es necesario estar motivado y poner importancia en lo que uno hace.

Por eso no es de sorprenderse que, al igual que cualquiera de nosotros, los científicos se peleen, se puteen y hablen mal de sus trabajos. Una conversación casual con cualquier investigador revela eso. Tampoco es sorprendente que todo ese “puterío” quede confinado tras bambalinas y en las conversaciones privadas de los científicos. A menos claro, que un criminal robe esas conversaciones privadas y las publique para que todos la vean. Y peor aún si hay grupos dedicados que tratan de engañar al público para que piensen que esas discusiones, peleas y debates –comunes a toda experiencia humana- son evidencia de que toda una disciplina científica está corrupta y sus conclusiones son falsas.

El robo y publicaciones de miles de mails privados de científicos de la Universidad de East Anglia fue noticia hace dos años. El evento llamado Climategate fue promocionado por los negacionistas del cambio climático como otro “clavo en el ataúd” para la ciencia climática. Esto no sólo es un sinstentido ya que la ciencia del cambio climático descansa sobre el trabajo de muchísimos otros grupos de investigación, sino que también es falso ya que al menos 6 investigaciones oficiales determinaron que no había evidencia alguna de manipulación de datos o algún otro mal comportamiento científico. Es decir, puros papelitos de colores citados fuera de contexto. Esto recuerda mucho a los creacionistas que utilizan citas de Darwin fuera de contexto para ‘refutar’ la teoría de la evolución (una similitud de la cual ya he hablado).

Esto no evitó que hace unas semanas se divulgara otro archivo con correos privados robados y los negacionistas del cambio climático tuviera un proverbial orgasmo masivo. Nuevamente la maquinaria de sembrar desinformación se puso a trabajar y rápidamente las citas fuera de contexto salieron a la luz y recorrieron la blogósfera. El infame sitio JunkScience publicó decenas de post los cuales contenían cada uno una cita fuera de contexto (ojalá yo tuviera la cara para llenar mi blog de post tan pobres de contenido en vez de tener que leer, investigar y redactar). Pero la realidad es que esta nueva ronda de correos no son más que las sobras de ayer.

La Universidad de East Anglia no reportó ninguna brecha en su seguridad y además ningún mail es más reciente que el 2009; no sólo se tratan de mails viejos que no habían sido publicados el año pasado, sino que incluso algunos se repiten. El mail #2884 de esta nueva camada ya estaba en la anterior como parte del #125555303 (crétidos para este video de potholer54). Si los mails de la entrega original no logaron mostrar evidencia alguna de fabricación de datos, ¿por qué tendríamos que creerle a una mala segunda parte?

En comunicación privada (que sí pedí permiso para publicar) el investigador del CONICET y autor principal del Grupo de Trabajo 1 del IPCC Rivardo Villalba comparte mi desilusión. “Lamento que esto vuelva a ocurrir nuevamente. Pensé que esta historia había terminado después de las auditorias en la University of East Anglia que probaron que no se ocultó nada.”

Un artículo de The Guardian agarra algunas y las pone en su debido contexto y en los comentarios de este post en Real Climate también se resuelven algunas preguntas, es de notar cómo la aparente malicia de algunas citas se reduce a cuestiones de sentido común una vez que se entiende a qué se refiere. Por ejemplo, Jonathan Overpeck, de la Universidad de Arizona, le manda a Ricardo Villalba un mail que contiene la siguiente frase:

El truco sería decidir el mensaje principal y usar eso para guiar qué se incluye y qué queda afuera.

Sin saber de qué están hablando, esto parece ser evidencia de selección de datos pero al leer la oración que lo precede, la imagen es otra:

Creo que lo más difícil, aunque más importante, es reducir la sección a 0,5 páginas. Al ver tu esbozo enviado el 17 de octubre, veo que cubrís MUCHO. El truco sería decidir el mensaje principal y usar eso para guiar qué se incluye y qué queda afuera.

Es decir, se trata de dos autores luchando con el familiar problema de sintetizar la información.

Más aún, muchas de las citas, en las cuales se muestra a los científicos criticando los trabajos de sus colegas no sólo no son macabras en lo absoluto, sino que son exactamente lo que uno esperaría de una comunidad científica saludable y llena de debate. Justamente lo contrario de lo que nos quieren hacer pensar los negacionistas.

Updated_Comparison_10Mientras tanto la temperatura sigue aumentando. (fuente)

Cabe notar que todo este alboroto fue manufacturado, al igual que con el primer ‘climategate’ hace dos años, justo antes de una reunión internacional para buscar acuerdos sobre el cambio climático. Aquella vez fue en Copenhagen, ahora era en Durban. Según Villalba “es el juego de siempre con la intención de arruinar cualquier negociación que tienda a reducir emisiones”. “Es una pena que esto ocurra, pero los intereses atrás de la energía del planeta son tan grandes que no se preocupan por descontextualizar todos los e-mails obtenidos ilegalmente, con el fin de conseguir sus intereses, de confundir a la gente y logar mas ingresos para sus compañías sin importar cual es el costo real y verdadero”.

Conclusión

Como el negacionismo climático no tiene substento alguno en la ciencia, tiene que crear falsas controversias mediante el robo y publicación de información privada y las citas fuera de contexto. Que haya gente que tome tan pobres documentos como evidencia de una gran conspiración es triste pero esperable. “El mensaje que quieren trasmitir es claro: todo está bien en este mundo, el hombre no es responsable de nada, sigamos esta carrera de consumismo de todos los recursos del planeta sin ninguna consideración” dice Villalba. Lo trágico es que ese mensaje es muy fácil de vender, mientras que la realidad –el humano es responsable del cambio climático y tenemos que hacer algo para mitigarlo- es más incómoda e indeseable.

Thursday 24 November 2011

Día del orgullo primate.

Lucy_blackbgUn día como hoy hace 152 años, Charls Darwin publicaba su obra seminal “El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida” y también un día como hoy, pero hace sólo 37 años, Donald Johanson desenterraba el esqueleto de Lucy, uno de los ejemplares más completos y bellos de nuestra historia evolutiva.

Es por eso que hace unos años el 24 de noviembre se celebra el Día del Orgullo Primate, un día para recordar y apreciar el hecho que los humanos no somos la creación espontánea de un arquitecto, sino uno de los tantos productos de miles de millones de años de evolución -ese elegante proceso que genera diseño sin necesidad de un diseñador.

Recordemos que no existe tal cosa como “el humano y los animales”. Es “el humano y el resto de los animales”; somos tan animales como un orangután o una oruga. Recordemos que el hecho de que ellos sean distintos no nos exime de responsabilidades morales hacia ellos y significa que no existen sólo para satisfacer nuestras necesidades y caprichos.

Con el Círculo Escéptico Argentino, en celebración a esta fecha, organizamos una charla en Rosario. Pablo Flores (del excelente blog Alerta Religión) va a dar una charla centrada en la larga trayectoria evolutiva que lleva a los primates hoy a las 19:00 en el Museo de Ciencias Naturales “Dr. Ángel Gallardo” (San Lorenzo 1951). Hay un evento en Facebook para quien quiera difundirlo o pueden compartir la imagen:

orgulloprimate-500px

En Buenos Aires, también organizamos una charla para este día pero que no está directamente relacionada con este día. Mariana Bentosela, Dra. en Psicología e investigadora del CONICET, va a hablar de la investigación científica de la comunicación entre humanos y perros. ¿Ponen cara de culpables cuando hacen algo malo? ¿Señalan lo que quieren con la mirada? ¿Entienden cómo nos sentimos? ¿Reconocen palabras?. Esto va a ser en la Sociedad Científica Argentina (Av. Santa Fe 1145) hoy a las 19:00. También hay un evento en Facebook para difundir y una imagen para compartir y una entrevista con Mariana para los que no pueden estar ahí.

Sunday 20 November 2011

¿Por qué es pseudociencia?

sciencechecklist5_thumb Varias veces linkeé o recomendé el blog La Mentira está ahí Afuera; es un blog excelente dedicado al análisis crítico de conspiranoias y el fenómeno OVNI. Me encontré con él siguiendo un trackback en una entrada de un blog pseudocientífico de los duros. Esa es una de las razones que me convencieron de que comentar en ese tipo de ámbitos no es necesariamente una pérdida de tiempo; uno nunca sabe quién puede leerlo.

Hace un tiempo que soy autor colaborador pero por falta de tiempo no escribí nada. Esta es mi primera entrada allí. Algo que quería escribir hace mucho, una de las características que distinguen a la pseudociencia de la ciencia.

¿Qué es lo que diferencia a los científicos el OPERA de los delirantes de los pseudocientíficos? Ciertamente no es la implausibilidad de sus afirmaciones. Que los neutrinos viajen más rápido que la luz es, si somos sinceros, mucho más loco que creer que un meteorito va a destruir la Tierra o que el Sol es parte de un sistema binario. ¿Es el apoyo institucional? Para nada, los astrónomos “amateurs” son muy respetados por los profesionales y sus observaciones se utilizan en muchos proyectos. ¿Es el presupuesto? No; hay líneas de investigación que requieren muy poco dinero y son perfectamente respetables. ¿Es que sus afirmaciones son falsas? Tampoco, la ciencia está llena de falsedades esperando ser corregidas; además las pseudociencias se definen por su método, no su contenido.

Sigue en ¿Por qué es pseudociencia? – La Mentira está ahí Afuera

Una cosa que hablábamos con otros blogger conocidos es que la blogósfera tiene que estar más interconectada. Cada post es la voz de un individuo pero lo que nos enriquece es la pluralidad de puntos de vista y estilos, no el autobombo y el autolinkeo. Hay que linkear y participar en otros blogs, promover el trabajo de otros y no sólo poner hipervínculos a artículos propios.

Wednesday 9 November 2011

Cumpleaños de Carl Sagan (2011).

A_Candle_in_the_DarkSi no hubiera muerto por una neumonía hace 15 años, fruto de una complicación de un síndrome mielodisplásico, hoy Carl Sagan estaría cumpliendo 77 años. Es una pena que una voz tan importante para la defensa de la ciencia y la lucha contra la ignorancia haya muerto tan joven. Aunque en realidad no importa a qué edad hubiera muerto, la mente curiosa de Sagan nunca fue vieja; nunca perdió la fascinación con el mundo y, más importante, la enorme energía y optimismo necesarios para seguir sosteniendo la vela en la obscuridad.

Sagan fue un científico, comunicador, activista y, sobre todo, un poeta. Hasta el día de hoy es difícil encontrar palabras más elocuentes que describan una verdadera “espiritualidad” científica. Pocos logran capturar y transmitir una cosmovisión científica rica y llena de significados profundos como él.

El deseo de estar conectado con el cosmos refleja una realidad profunda. Estamos conectados. No en la forma trivial que promete la pseudociencia de la astrología, sino en sentidos más profundos. Nuestro pequeño planeta está bajo la influencia de una estrella. El sol nos calienta, guía el clima y sustenta todo ser vivo. Hace cuatro mil millones de años trajo la vida a la Tierra

Parecería casi irónico que unos materialistas y racionalistas vean como significativo el cumpleaños de alguien que ya murió. Una especie de acto irracional en el que un día es particularmente importante porque la cantidad de vueltas que realizó la Tierra en su órbita con respecto al nacimiento de alguien es un número entero. Pero es la parte de nuestra naturaleza humana el ver patrones y encontrarlos significativos; y si uno va a celebrar la vida y obra de una persona importante, ¿por qué no hacerlo el día en el que su edad es un número entero en vez de un múltiplo de pi?

5834872054_3377a4c223_bSagan entendía muy bien esa naturaleza humana y la importancia de que las necesidades “espirituales” encuentren una respuesta dentro de una cosmovisión científica. Todos queremos encontrar un significado a nuestras vidas, explicaciones de cómo llegamos acá y qué va a pasar en el futuro. En el pasado esas preguntas sólo encontraban respuestas basadas en la superstición y el autoritarismo, pero ahora tenemos una herramienta que nos permite descubrirlas en base a la observación y el libre intercambio de ideas.

Pero la ciencia no es una panacea ni está libre de problemas. Sagan también entendía que el conocimiento es un arma de doble filo. Tenemos la posibilidad de enviar personas a otros astros pero también la de destruir nuestra civilización. Además de conocimiento y avance científico, necesitamos madurez y el desarrollo ético para aplicarlo correctamente. Podemos crear organismos genéticamente modificados que traen la promesa de plantas más resistentes y nutritivas para alimentar a una creciente población, y la de una guerra bacteriológica devastadora.

La aplicación del método científico nos provee con las herramientas; qué hacemos con ellas depende de nosotros.

Para terminar, nunca está de más escuchar al propio Carl:

(Imagen por geminica)

Wednesday 2 November 2011

Un poco de información sobre argumentos anti-abortistas.

bacteriasHace tiempo que en este blog escribo casi exclusivamente sobre cambio climático. Si bien en mis inicios posteaba más sobre religión, éste no deja de ser un blog personal cuyo contenido sigue las cosas que me interesan en el momento.

Cuando fueron las discusiones en el congreso para legalizar el matrimonio gay traté de derribar muchos mitos y desinformación. Ahora que se abre el debate por la despenalización del aborto no creo que vaya a hacer lo mismo por cuestiones de tiempo. Sin embargo, ya he tocado 3 temas relevantes a esta discusión que vinculo y resumo a continuación…

1. Falacia del Continuo

Empecemos con lo primero. Una célula fecundada no es un ser humano; un embrión no es un bebé. Muchos anti-abortistas argumentan que como no hay diferencia entre un bebé recién nacido y un bebé de 9 meses a punto de nacer, entonces no se puede hacer diferencia entre un bebé recién nacido y un óvulo fecundado. Esto es un caso de la falacia del continuo. Que no se pueda hacer una distinción exacta, una línea bien definida que separe dos cosas, conceptos, poblaciones, no significa que no haya una distinción entre los extremos.

Decir que un recién nacido es equivalente a un óvulo fecundado es absurdo en el más alto grado. Un cigoto no tiene tejidos, órganos diferenciados, mente, sentimientos, percepción, personalidad. Todas esas propiedades se van desarrollando gradualmente durante el embarazo y el crecimiento.

El argumento es que la “esencia” del ser humano está en el ADN y que un cigoto es un individuo porque tiene un ADN único. Es muy irónico que quienes acusan a los naturalistas de ser reduccionistas por creer que una persona es sólo la materia que la conforma (sin fantasmas en la máquina), luego se dan vuelta y aplican conceptos brutalmente reduccionistas al reducir la vida humana a una molécula.

2. El Síndrome Post Aborto

Haciendo un argumento por otro lado, en muchos sitios anti-abortistas se hace referencia a los efectos negativos de la interrupción del embarazo en las mujeres. Si no hablan del Síndrome Post Aborto (SPA) sólo dicen que es malo y que puede tener consecuencias devastadoras.

El primero punto es preguntarse, ¿y qué? Toda acción tiene su consecuencia y en la medicina siempre hay efectos secundarios. Es la responsabilidad de la mujer el decidir si quiere enfrentarlos o prefiere continuar con el embarazo. Pero en este caso ni siquiera es así. La realidad es que, si bien es seguro que existen mujeres que se arrepienten (como pasa con toda decisión), en general el aborto no es traumático.

En el post que escribí hace un tiempo sobre el Síndrome Post Aborto cito más estudios, pero la conclusión es que “Una revisión de los estudios con buena metodología de las respuestas psicológica de las mujeres estadounidenses luego de un aborto legal y no restrictivo indica que la angustia es generalmente mayor antes del aborto y la incidencia de respuestas negativas severas es baja.”

3. Los fetos no sienten dolor

Este no es un argumento central ya que sólo tiene validez para las éticas del tipo consecuencialista. Sin embargo, nunca faltan los videos explícitos de abortos tardíos. Saber que los fetos no sienten dolor antes de la 24ta semana probablemente no sea un gran argumento para alguien que ve la moralidad como algo en Blanco y Negro, pero sí es un dato interesante para quienes preferimos que nuestros juicios morales sean informados (no determinados) por el conocimiento científico.

De acuerdo con dos análisis de la literatura científica llevada a cabo por el Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido, el feto humano recién comienza a sentir dolor a las 24 semanas de gestación. Según ellos, “el feto no puede sentir dolor antes de las 24 semanas porque sus conexiones cerebrales no están completamente formadas” e incluso afirman que “dado que un feto de 24 semanas no tiene consciencia ni puede sentir dolor, el uso de anestesia no tiene ningún beneficio”.

Ojo, porque también este grupo de trabajo concluyó que “no es realista producir una lista definitiva de condiciones que constituyen discapacidades ‘serias’ dado que no existen técnicas de diagnóstico confiables”, lo cual no sé cómo encaja con la práctica de análisis prenatales. En cualquier caso, el grupo de trabajo recomienda que en caso de “terminar el embarazo” los profesionales médicos deben conducirse sin prejuicios y apoyando a la madre. Algo muy distinto a la situación actual en la que hay que hacer juicios y presentar amparos para que después la justicia se niegue a permitir el aborto de un feto anencefálico

Ahora que se viene el debate sobre la despenalización del aborto en el congreso argentino, no está de más recordar algunos mitos perpetuados por los anti-abortistas. Estoy seguro que algunos de estos van a aparecer en las discusiones.

Tuesday 18 October 2011

La comunicación entre bacterias afecta al cambio climático.

Un cocolito (cáscara de carbonato de calcio)
de algún cocolitóforo

Cada tanto la ciencia nos ofrece un nuevo conocimiento que vincula dos áreas de investigación que parecerían completamente separadas. Relaciones que sin explicar parecerían imposibles o una burla a veces resultan se serias y su explicación muy interesante. En este caso, un paper publicado en Environmental Microbiology Reports por Hmelo et. al. (abstract, pdf) explica cómo la comunicación entre bacterias puede afectar el cambio climático. Mi primera reacción cuando escuché eso fue, “debe ser mentira” (era el segmento ‘Science or Fiction’ del excelente podcast SGU) pero efectivamente parece ser verdad.

Primero hay que hablar del ciclo del Carbono. A todos nos enseñaron el ciclo del agua en el colegio: el agua se evapora en los mares, llueve en la Tierra y vuelve al mar por los ríos. El Carbono tiene un movimiento parecido. Si siguiéramos un átomo de este elemento a través del tiempo veríamos como va viajando entre la biósfera, la atmósfera y los océanos a medida que los seres vivos comen, respiran, mueren y se descomponen. El Carbono que emitimos cuando respiramos eventualmente es usado para el crecimiento de una planta, quizás pase a formar parte de una hoja que en el otoño se seque y caiga al suelo, donde las bacterias lo devolverán a la atmósfera en forma de metano. Este es un ciclo “rápido” que si bien redistribuye el Carbono, no aumenta ni disminuye la cantidad que hay en el sistema, de la misma forma que el ciclo hidrológico mueve siempre la misma cantidad de agua.

Pero también hay unos procesos más lentos que, literalmente, entierran el Carbono y lo sacan del sistema. Compuestos carbonados en el océano se precipitan y caen hacia el suelo oceánico donde los sedimentos los van enterrando para quedar ahí por mucho tiempo. Todo el Carbono que emite la quema de combustibles fósiles, por ejemplo, había sido acumulado en los yacimientos petrolíferos y de carbón de una forma parecida; al quemarlo lo que estamos haciendo es agregando carbono extra al sistema, causando un aumento en las concentraciones de dióxido de carbono y el subsecuente cambio climático.

Lo segundo que hay que comentar es un mecanismo (que yo no conocía hasta que leí el paper) llamado “detección de quórum”. Es sumamente interesante y explica cómo algunos organismos unicelulares pueden desarrollar comportamientos sociales como la creación de biofilms, luminiscencia o segregación de enzimas en el ambiente. Lo que sucede es que algunas bacterias constantemente producen químicos que pueden ser percibidos por otros individuos. Cuantas más bacterias haya en la zona, mayor será su concentración y cuando alcanza un cierto límite, las bacterias saben que están rodeadas de suficientes individuos como para que los comportamientos sociales sean útiles.

Bacterias

Fig. 3. Conceptualización de cómo el incremento de la actividad de enzimas hidrolíticas mediada por la detección de quórum impactaría las partículas de carbono orgánico en 5 pasos principales.

Lo que los autores de este trabajo encontraron moléculas usadas en la detección de quórum en las partículas de carbono orgánico (PCO) que se estaban hundiendo hacia el fondo del mar. Luego hicieron cultivos de estas bacterias a las que les agregaron estos mismos químicos y observaron un aumento en las enzimas usadas para degradar PCOs. De ahí concluyeron que las bacterias están comiendo el carbono orgánico en proceso de deposición con más efectividad cuando se encuentran en mayor concentración.

Si estas bacterias están degradando y consumiendo las PCO, efectivamente están devolviendo ese Carbono al ciclo en vez de dejar que se elimine del sistema mediante la sedimentación. Esto significa que es posible que zonas donde hay alta densidad de bacterias tiendan a ser peores depósitos de Carbono. Si queremos extrapolar (y fuéramos científicos locos), podríamos pensar que este conocimiento podría servir para hacer un poco de geoingeniería; si llenamos los océanos de químicos que desactiven este proceso, podríamos esperar que aumente la eficiencia de estos depósitos y el CO2 disminuya más rápidamente. Claro que esto no tiene en cuenta, no sólo la enorme escala  y la incertidumbre en cuanto a los resultados, sino los desastrosos posibles efectos secundarios.

Como mínimo, futuros modelos del ciclo de carbono quizás deban tener en cuenta este curioso proceso. Eso sí, como no hay estimaciones empíricas de los parámetros que afectan este proceso, los autores terminan, como es un cliché en todo paper, con la conclusión de que es necesaria más investigación.

Thursday 22 September 2011

El banquete climático.

merch doubt

Me imagino un gran banquete. Cientos de millones de personas llegan a comer. Comen y beben todo lo que quieren -comiendo comida que es mejor y más abundante que los mejores platos de la antigua Atenas o Roma, o incluso los palacios de la Europa medieval. Luego, uno día, llega un hombre con una chaqueta de cena blanca. Dice que tiene la cuenta. Como es de esperar, los comensales están en shock. Algunos comienzan a negar que esa sea su cuenta. Otros niegan que la cuenta exista. Incluso otros niegan que ellos hayan participado de la cena. Un comensal sugiere que el hombre no es realmente el mozo, sino alguien que sólo está tratando de de llamar la atención para recaudar fondos para sus propios proyectos. Finalmente, el grupo decide que si simplemente ignoran al mozo, éste se va a ir.

Esa es nuestra situación en la cuestión del cambio climático. Durante los últimos 150 años, la civilización industrializada ha estado cenando gracias a la energía almacenada en los combustibles fósiles, pero ahora llegó la cuenta. Sin embargo, estamos parados al rededor de la mesa negando que es nuestra cuenta, y dudando de la credibilidad del hombre que la trae.

Naomi Oreskes & Erik M. Conway en Merchants of Doubt (Mercaderes de la Duda).

Monday 19 September 2011

Negacionismo: Sembrando confusión.

Los métodos utilizados para sembrar confusión sobre el cambio climático son los mismos que usaron las tabacaleras para negar que el cigarrillo produce cáncer.

Wednesday 14 September 2011

Un Premio Nobel más en la lista de pseudocientíficos.

QuelccayaEn el mismo mes en la que la extensión de hielo del Ártico rompió records mínimos de área cubierta de hielo, volumen de hielo y posiblemente de extensión (que no es lo mismo que área), Ivar Giaever renuncia de la Sociedad Americana de Física porque ésta reconoce la existencia del calentamiento global.

Esto no sería demasiada noticia si no fuera porque el Dr. Giaever es un Premio Nobel. ¿Es un climatólogo premiado por algo relevante al cambio climático o la climatología? No, es un físico que ganó el prestigioso premio por “por sus descubrimientos sobre fenómenos de túnel en sólidos”. En otras palabras, en lo referente a la climatología, el Dr. Giaever –con el respeto que se merece– tiene tanta autoridad y relevancia como cualquier otro hijo de vecina que se doctoró en física.

Los negacionistas (o “escépticos”) ya están cambiándose los calzones ante este evento. Es que tanto ellos como los creacionistas tienen mucho en común. Algunos consideramos que el movimiento puede entenderse mejor como negacionismo de la evolución ya que no proponen ninguna teoría alternativa consistente y testeable (“dios lo hizo” no es una hipótesis seria); tanto los creacionistas como los que apoyan el “diseño inteligente” se limitan a sembrar confusión (tirar mierda, en criollo) sobre teorías bien establecidas y aceptadas por los científicos para que el público termine confundido. Algo parecido sucedió con las tabacaleras y su enorme campaña mediática para negar que el tabaco produce cáncer: “La duda es nuestro producto” era su lema.

En este caso, la posición de Giaever es clarificada por su carta de renuncia que fue “conseguida” por un blog y dice:

La afirmación (¿cómo se puede medir la temperatura promedio de todo el planeta durante todo un año?) es que la temperatura cambió de ~288,0 a ~288,8 grados Kelvin en unos 150 años, que (si es cierto) significa para mí que la temperatura se mantuvo sorprendentemente estable, y tanto la salud como la felicidad humana definitivamente mejoraron durante este período de “calentamiento”.

De esto podemos sacar dos conclusiones: primero, Giaever no tiene la más pálida idea de cómo se reconstruyen las temperaturas medias globales o se calculan las anomalías y no tiene interés alguno en preguntarle a alguien que sabe cómo se hace. Y segundo, que cree que un aumento de 0,8 grados en 100 años (dice 150 pero en general se habla de 100) le parece “sorprendentemente estable”.

¿Las temperaturas se mantuvieron estables estos últimos 150 años?

NH_Temp_Reconstruction

No me parece.

Ahora, el punto de cómo se mide la temperatura media global es complejo pero increíblemente interesante. El blog Skeptical Science dedicó 4 posts (Parte 1A, Parte 1B, Parte 2A y Parte 2B) a explicar cómo se computan las temperaturas medias y las anomalías que son largos pero sin desperdicio. Resumiendo y simplificando mucho:

  • Se usa el promedio de las anomalías, no las anomalías del promedio. Esto que parece una boludez es en realidad algo fundamental. Si se tomara el promedio de cada estación meteorológica y luego se calculan las anomalías se corre el riesgo de que se hayan perdido estaciones particularmente frías o cálidas a lo largo del tiempo y esto sesgue los datos. Pero si se calcula las anomalías de cada estación y luego se las promedia, entonces que se pierdan estaciones particularmente cálidas o frías no sesga los datos en una dirección determinada.
  • Se “solapan” los registros de distintas estaciones que pueden tener registros reducidos para crear un registro más largo. El método del promedio de las anomalías elimina el problema en los distintos equipamientos, calibraciones, y demás factores de confusión.
  • Los promedios se pesan según el área que cubre cada estación. Una estación que cubre mayor área tiene proporcionalmente más peso que las estaciones que cubren pocas áreas.
  • El tiempo de una estación meteorológica determinada puede usarse para inferir el estado del tiempo en un área sorprendentemente grande gracias a efecto de las teleconexiones. La temperatura de un lugar está fuertemente correlacionada con la temperatura de unos 100 km en latitudes bajas y hasta 1000 km (¡!) en latitudes más bajas. Esto es especialmente útil cuando se trata de zonas rodeadas de mucha agua.
  • Está más que claro que no tenemos estaciones meteorológicas que cubran todo el globo pero gracias a las teleconexiones se necesitan sorprendentemente pocas estaciones para lograr un buen cálculo. De hecho, ¡con sólo 60 estaciones se puede logar un registro relativamente confiable! Agregar más estaciones actualmente no aumenta necesariamente el área cubierta ya que lo único que logra es disminuir el área que representa cada estación.
  • Hay muchas potenciales fuentes de error (isla de calor urbana, malos registros, fuentes artificiales de calentamiento, etc…) que son tomadas en cuenta. Se analizan los registros de cada estación en busca de anormalidades y se trata de corregirlas.

Hay varios registros de temperatura cada uno usando metodologías ligeramente distintas (GISS, HadCRUT, NCDC y JMA) y todas dan resultados similares. También es bueno aclarar que hace un tiempo el notorio negacionista Anthony Watts criticó la calidad de las estaciones meteorológicas y realizó un registro de las que él consideraba “las mejores”. David Brillinger de la Universidad de Berkeley actualmente está compilando un nuevo registro de temperaturas globales (que muy modestamente llamó Berkeley Earth Surface Temperature o BEST) que incluye estas estaciones y muchas otras más para llegar a casi 40.000 en vez de las meras 7.280 que se usan para las otras bases de datos. Los resultados preliminares utilizando un 2% de las estaciones están en acuerdo con las demás reconstrucciones. Es cierto que se trata de una pequeña proporción pero considerando que con 60 estaciones se puede lograr un resultado bastante consistente, yo me imagino que con 800 va a ser mejor aún.

En cualquier caso, sí, Dr. Giaever, por esta y muchas otras razones el cambio climático es innegable.

Conclusión.

En mi corta vida en el mundo del escepticismo me he encontrado con muchos casos de Premios Nobel que abrazan la pseudociencia. Luc Montagnier, que cree en la homeopatía y afirma haber transmitido la “información” de una molécula de ADN a un tubo de ensayo con agua pura; Linus Paulin, que inventó la pseudociencia de la medicina ortomolecular y fue promotor de las megadosis de Vitamina C; Louis Ignarro, que tuvo una relación extraña con Herbalife; y finalmente Kary Mulis, negador del cambio climático, la destrucción de la capa de ozono y que el HIV cause SIDA además de creer en la astrología.

Agregar a otro más a esta creciente lista es cada día menos extraño.


(agradecimientos a DrGEN por hacerme llegar la noticia)

Friday 9 September 2011

1998 es el nuevo 1995.

teólogoSi hay una razón principal por la que llamo “negacionistas” a quienes no aceptan la evidencia del cambio climático antropogénico en vez de “escépticos” es que su modus operandi no consiste en establecer una teoría alternativa ni una posición consistente sino que se limitan a sembrar confusión (“doubt-mongering” en inglés y “tirar mierda” en criollo) sobre cualquier aspecto de la climatología. Como ya mostré, este método muchas veces lleva a contradicciones internas y en muchos otros es una mera cosecha de cerezas.

Recuerdo aquellos gloriosos días cuando el cambio de la temperatura desde 1995 no era estadísticamente significativo. Ahh, qué felices que eran los negacionistas al poder negar la mera existencia del calentamiento global citando esta tenue evidencia e ignorando todo el resto. No escucharon a los verdaderos científicos quienes notaban que en un período de 15 años es muy difícil alcanzar significancia estadística del 95% y que la significancia del calentamiento en ese período era del 93%. No, ellos decidieron convertir un 93% de posibilidad de que entre 1995 y 2010 la temperatura media global haya aumentado como evidencia de que el calentamiento global no existía.

Pero no, desde este año (y para sorpresa de nadie) el calentamiento global es estadísticamente significativo. Si los negacionistas fueran realmente escépticos aceptarían esta nueva evidencia. Pero en este blog, 1998 a reemplazado a 1995 como su año fetiche y nos dice que “desde 1998 el aire no se calienta”, y agrega “13 años” para los que no saben contar y tratando de que parezca mucho tiempo. Considerando que hace 3 años el mismo blog citaba a Richard Lindzen (uno de los pocos “escépticos” que es un climatólogo activo) diciendo que “No ha habido calentamieno desde 1997 y tampoco calentamiento estadísticamente significativo desde 1995”. Esto no sólo es un caso impecable de escoger los datos que sustentan sus creencias e ignorar el resto (cosecha de cerezas) , sino que también es un caso de “mover el arco” (del inglés “moving the goalpost”). Esto es, ante una evidencia desconfirmatoria, cambiar las definiciones para hacer encajar o directamente ignorarla. Hace unos meses “tambaleaba la farsa del #cambioclimatico” porque “no había habido calentamiento en los últimos 17 años”. Ahora son 13.

¿Por qué 1998? Porque fue un año excepcionalmente caliente debido a un fuerte El Niño. Es decir, toman como dato inicial un valor atípico. Si uno comienza con un año particularmente cálido no es de extrañar que sea difícil encontrar una tendencia en aumento. No sólo eso, sino que incluso Kaufmann et. at. (2011), que buscó una explicación alternativa a la “falta de calentamiento” entre 1998 – 2008 (el aumento en las partículas en suspensión que reflejan la luz solar y enfrían el planeta) notan que “Simulaciones del S XX indican que períodos de 10 años con tendencias nulas o incluso negativos son probables” debido a la variabilidad natural. Hay muchas variables que influyen en el clima, cada una a distintas escalas temporales.

Pero confirmando nuevamente mi impresión de que los “escépticos” del cambio climático carecen por completo de una posición consistente, vemos al mismo autor culpando el calentamiento global a los rayos cósmicos y a la “recuperación de la pequeña edad de hielo” (sea lo que eso sea). ¿Hay calentamiento natural debido a una “recuperación” de la edad de hielo, por los rayos cósmicos… o directamente no hay aumento de la temperatura?

Wednesday 7 September 2011

El clima siempre cambió.

El 21 de agosto en el programa de Adrian Paenza El Debate se habló de cambio climático. Para los que no lo conocen, El Debate es un programa en el que invitan a dos partidarios de posiciones contrapuestas y les dan un espacio para… debatir sus ideas. Paenza es el moderador que se encarga de hacer valer los límites de tiempo y presentar a los participantes. Hay un público en vivo que vota por su opinión al principio y al final del programa para medir el impacto del intercambio en sus creencias; de más está decir que no suele haber mucha diferencia. En este programa en particular la consigna era “¿Es la humanidad responsable del cambio climático?” y los dos participantes eran la Dra. en Ciencias de la Atmósfera Inés Camilloni y el Dr. en Ciencias Naturales Tristán Simanauskas. Ya por sus calificaciones se puede saber quién tomaba la posición afirmativa y quién la negativa. El programa entero de 1 hora está subido a YouTube.

Si hay algo que yo saqué en limpio son dos cosas: que mi impresión de que los “escépticos” no tienen una verdadera teoría alternativa consistente parece ser cierta y que presentar un debate sobre cuestiones científica que no son controversiales sin dar el peso correspondiente a cada opinión es poco informativo. Alguien que haya visto el programa sin saber que el 97% de los climatólogos están de acuerdo con que el hombre es el principal causante del calentamiento global (Doran, Zimmermann 2009 ; Anderegg et. al. 2010) es posible que se haya quedado con la idea de que en la comunidad científica existe un verdadero debate acerca de este tema.

Lo que brilló por su ausencia en todo el debate fue la evidencia a favor o en contra da teoría antropogénica del calentamiento global. Esto no es de sorprender ya que no se trataba de otra cosa que un mero debate televisado. Lo más cercano a verdadera evidencia fueron Inés Camilloni y Matilde Rusticucci que mencionaron que los modelos climáticos no pueden reproducir el calentamiento global de las últimas 5 décadas sin tener en cuenta el aumento en la concentración de CO2 atmosférico. Tristán Simanauskas, por su lado, en ningún momento presentó una hipótesis alternativa ni evidencias que contradijeran esa afirmación sino que se centró en dos puntos completamente irrelevantes al debate: que la reducción en el uso de combustibles fósiles va a ser dañina para los países en vías de desarrollo y que “el clima siempre cambió”. Qué relación tiene esto con la consigna del debate ("¿Es la humanidad responsable del cambio climático?”) sólo él lo sabrá; bien podría haber argumentado que las personas siempre tuvieron cáncer de pulmón y la regulación va a ser dañina para las tabacaleras mientras debatía sobre si el tabaco causa cáncer de pulmón… habría tenido la misma relevancia.

Que el clima siempre cambió es una de las más estúpidas perogrulladas que afirman los “escépticos” del cambio climático (y sin embargo es de las más populares). Siempre me pareció que le faltaba una segunda parte a ese argumento. “El clima siempre cambió…” ¿y entonces? Cric, cric, cric… Que haya cambiado en el pasado o no es completamente irrelevante (e irrelefante) a la atribución de el cambio que estamos experimentando en la actualidad. Me imagino a un abogado diciendo “Señores del jurado, siempre ha habido muertes incluso mucho antes de la existencia del acusado, por lo tanto es imposible que él haya sido el culpable de la muerte de la víctima”. O un patólogo forense realizando una autopsia: “Determinamos que el agujero en el pecho del occiso no fue la causa de su muerte ya que las personas han muerto de otras causas en el pasado. Caso cerrado”.

Pero hay otro problema: además de ser irrelevante, es potencialmente contradictorio. Un argumento favorito de los “escépticos” es que la sensibilidad climática es baja. La sensibilidad climática se refiere a cuánto cambia la temperatura del globo ante un forzamiento externo y generalmente se expresa en el aumento de la temperatura esperado al doblar las concentraciones de CO2. Los climatólogos estiman este parámetro estudiando, justamente, los cambios climáticos del pasado y si bien los valores varían bastante, la evidencia muestra que planeta aumentaría entre 2 y 4,5 ºC al doblar la concentración de CO2 con un valor más probable cercano al los 3ºC.

Climate_Sensitivity_500

Si bien se puede calcular el aumento de la temperatura causado por el CO2 de forma directa basándose únicamente en leyes físicas bien conocidas, el sistema climático tiene una serie de feedbacks o retroefectos que complican las cosas. El aumento de la temperatura, por ejemplo, causa que se derritan los hielos. No sé si notaron que el hielo es blanco pero esto significa que refleja mucha luz hacia el espacio (albedo), enfriando el planeta; al derretirse, el albedo del planeta disminuye. Esto a su vez aumenta la temperatura aún más, lo cual derrite los hielos, etc, etc… Este es un caso de feeback positivo, pero también hay algunos feebacks negativos como el posible aumento en la biomasa y su consecuente absorción de CO2 o, posiblemente, el aumento en la nubosidad.

El “escéptico” que afirma lo más campante que “el clima siempre cambió” está diciendo, esencialmente, que la sensibilidad climática es alta. Si ésta fuera baja, el clima sería estable variando poco en relación a los diferentes forzamientos. Y este no es el único caso de contradicciones internas en los argumentos de los “escépticos”; si la sensibilidad climática es baja, ¿por qué el minúsculo cambio en la actividad solar del último siglo va a tener tanto impacto en las temperaturas globales? o ¿por qué un mínimo solar nos llevaría directo a una nueva edad de hielo?

Conclusión.

En la ciencia siempre se trata de contrastar teorías o hipótesis alternativas. La teoría antropogénica del calentamiento global explica una enorme cantidad de observaciones y está fundamentada en ciencia básica. Los “escépticos” no tienen una hipótesis alternativa que las explique mejor; de hecho, los ataques a la ciencia climática son mutuamente contradictorios en muchos casos.

Friday 2 September 2011

Editor renuncia luego de publicar paper “escéptico” del calentamiento global.

roy-spencer-congress-testimonyHace unos meses el Journal of Remote Sensing publicó un paper autorado por el notable “escéptico” Roy Spencer. El paper en cuestión (On the Misdiagnosis of Surface Temperature Feedbacks from Variations in Earth’s Radiant Energy Balance) afirmaba, básicamente, que los resultados de los modelos climáticos eran incompatibles con las observaciones. Esto causó una de las proverbiales erecciones masivas en quienes niegan el cambio climático antropogénico como cada vez que hay alguna noticia que, superficialmente o si se la distorsiona más allá de todo reconocimiento, puede llegar –posiblemente– a indicar que tal vez hay algún factor que ignoramos o una complejidad extra en el sistema climático.

Pero esta vez quienes aceptamos el peso de la evidencia a su favor también podemos excitarnos cada tanto. En este caso es una noticia bastante increíble, el editor de la revista científica Remote Sensing renunció tras haber aceptado ese paper. Y no se trata de un caso de correlación que no implica causación. En el editorial (pdf) que acompaña la más reciente edición del journal, Wolfgang Wagner dice que el paper contenía “fallas fundamentales” y “afirmaciones falsas” y que, por lo tanto, “no debería haberse publicado”.

Para que un paper se publique en una revista científica éste primero debe pasar por una revisión por pares en la que expertos en los campos relevantes lo leen, evalúan y elevan recomendaciones. No se supone que estos revisores estén 100% de acuerdo con los resultados del paper sino que se trata de un proceso para corregir fallas graves y falsedades groseras antes de que se publiquen. En este caso el arbitraje no funcionó correctamente y dejó pasar un paper de paupérrima calidad y con errores factuales. (Para más detalles, en Real Climate hay un buen resumen). Según Wagner “el equipo editorial inintencionalmente seleccionó tres revisores que probablemente compartían algunas nociones escépticas sobre el cambio climático con el autor”

Si esto hubiera quedado en eso no habría habido problema; trabajos de mala calidad son publicados todos los días. El problema fue el orgasmo colectivo que se dio simultáneamente en todos los sitios de noticias y blogs hostiles a la idea del cambio climático antropogénico. Wagner parece muy sorprendido en su editorial y cita varios ejemplos de mala prensa que tomaron los resultados del paper como evidencia que refutaba el calentamiento global y en Media Matters tienen una larga lista de otros más. Yo me pregunto en dónde tenía metida la cabeza. Una simple búsqueda en Google lo informaría de que éstas son las tácticas de los negacionistas y lo habría alertado a que éste iba a ser el caso. Como decía Michael Ashley hace un mes:

Un nuevo artículo por Spencer & Braswell está siguiendo la trayectoria común de muchos papers [que desafían el consenso que el calentamiento global antropogénico es real]:

  1. El artículo es publicado en una revista fuera del mainstream luego de un arbitraje inadecuado.
  2. Un comunicado de prensa de los autores exagera/distorsiona el contenido del artículo para inflar su importancia y aumentar la atención recibida.
  3. Noticias sobre el artículo se extienden como fuego.
  4. Algunos medios agarran el comunicado de prensa y los exageran aún más, así la información que finalmente llega al público no tiene casi relación con el artículo original.
  5. Luego de unos días, los expertos en el campo muestran que el artículo original es fatalmente incorrecto; pero para este momento el daño está hecho.
  6. Por años hacia el futuro el artículo es citado por negacionistas del cambio climático antropogénico como evidencia de que no es cierto.

Roy Spencer, por supuesto, grita "¡CONSPIRACIÓN!” diciendo que los “patotas del IPCC pusieron presión en una revista por atreverse a publicar algo que pueda dañar la posición política e inamovible del IPCC de que el cambio climático es casi en su totalidad antropogénico”.


encontrado gracias a  Stoat, Climate Denial Crock of the Week y Deltoid

Friday 19 August 2011

Los animales migran debido al calentamiento global.

migración Una de las respuestas predecibles de los animales y plantas frente al aumento de la temperatura es migrar hacia regiones más frías. Esto, básicamente, significa mudarse a más altitud o moverse hacia los polos. Pero así como esta la respuesta de los animales es predecible, también lo es el de los “escépticos” del cambio climático: negar, desinformar, malinterpretar y sembrar confusión.

La ciencia básica es más que simple: la temperatura suele disminuir con la altitud y aumentar con la latitud. Si una determinada planta tiene un rango de temperatura ambiental óptima pero su hábitat comienza a calentarse, las plantas que estén en las zonas más calientes van a tener menos éxito que las que están en zonas más frías y que ahora empiezan a ser más hospitalarias. A grosso modo las plantas que están a más altitud y mayor latitud (más cerca de los polos) van a sobrevivir mejor a este cambio y así todo el hábitat se mueve en esa dirección. Lo mismo pasa con los animales aunque estos también tienen la virtud de poder moverse con sus propios medios. Este efecto ha sido observado hacer tiempo. Ya en 2003 la revista Nature publicó 2 estudios “masivos” que concluían que analizaban más de 1500 especies distintas y concluían que sus hábitats estaban migrando hacia el norte (porque los estudios se hicieron en el hemisferio norte) a una velocidad de 6 km por década y que los comportamientos asociados con la primavera se adelantan unos 5 días por década.

Un reciente meta-análisis publicado en la revista Science realizó un análisis estadístico de unas 2000 especies y sus regiones de acción y concluye que, en promedio, la velocidad de migración es de 16,9 km por década hacia los polos y de 11 metros por década hacia tierras más altas. Esto es, según los autores, 3 y 2 veces más rápido de lo que se pensaba. Los autores también encontraron que las especies que más rápido están migrando son las que habitan en las regiones que están sufriendo más calentamiento (no todo el globo se calienta igual) y que la magnitud de la migración era cercana a la esperada  teniendo en cuenta la magnitud del calentamiento.

Número tan altos y dispares con el resto de la literatura sin duda deben levantar algunas sospechas entre los científicos activos en ese campo. Me imagino que en los meses siguientes este estudio va a ser sujeto a varias críticas. Veremos qué sucede. En cualquier caso las críticas, esperemos, van a ser más substanciosas que las ofrecidas por un notorio negacionista del cambio climático Luboš Motl. En un post en su blog concentra tanta desinformación que me sorprende.

Motl comienza haciendo notar que todas las especies eran del hemisferio norte. Y sí, la mayor parte de la investigación es realizada por Europa y EE.UU. por lo que la mayor parte de la información confiable va a ser de especies de ese hemisferio. Los propios investigadores se quejan de eso en el artículo en Science Now y he leído trabajos que notan esta falencia (igual me acuerdo haber escrito sobre un paper similar sobre un pececito australiano). De todas formas esto es un dato menor, lo importante va a continuación.

Estamos hablando de un cambio del hábitat de unas 100 millas en 20 años.

Tuve que buscarlo en google pero 100 millas son unos 160 kilómetros. ¿De dónde saca esta cifra si el paper habla de 16,9 km por década? Al principio no lo entendía pero luego caí en la cuenta. En la noticia que Motl linkea se hace referencia a una mariposa que “migró 135 millas en 21 años”. Que use este dato extremo en vez del promedio que concluye el trabajo no sólo es engañoso sino que, sumado a que no linkea a la publicación original, me hace pensar que ni siquiera leyó el paper que está criticando. En cualquier caso, esto es la base para su argumentación:

Sin embargo, esta figura de 200 o incluso 300 kilómetros cada 20 años que indican claramente no tiene nada que ver con la tasa de calentamiento global. ¿Por qué?
Si se substituye el calentamiento observado en 20 años –algo así como 0,3ºC (…)– y si se calcula la distancia que uno debería alejarse del ecuador para compensar por este calentamiento, se obtiene una distancia mucho menor. La diferencia polo-ecuador en la temperatura media global es de unos 80ºC (…). Así que 0,3ºC es aproximadamente 1/250 de la distancia polo-ecuador y 1/250 de 10.000 km es más o menos 40km o 25 millas.

Este argumento es fractalmente falso. Es incorrecto sin importar a la escala en la que se mire y cualquiera que haya leído el paper siquiera superficialmente reconocería por qué. Dejemos de lado que la figura con la que comienza es un orden de magnitud mayor al realmente publicado, o que pretende utilizar el aumento en la temperatura media global para predecir efectos locales o que no tuvo en cuenta la correlación encontrada entre el calentamiento local y la migración observada. Tampoco da para señalar sutilezas como que el aumento de la temperatura en el hemisferio norte en realidad es mayor que la media por ser un hemisferio principalmente continental. Tampoco lo voy a criticar por utilizar una función tan simplista de la disminución de la temperatura según la latitud que no tiene en cuenta factores meteorológicos como las células convectivas. Ni tiene sentido señalar que sugerir que como los animales migraron más de lo esperado, entonces “no tiene nada que ver” con calentamiento global es cualquier cosa menos un argumento válido. No, lo peor de su argumento es que su valor de 20km por década es –oh, la ironía– ¡muy cercano al que llegaron los investigadores!

Conclusión.

Además de satélites y estaciones meteorológicas la naturaleza nos brindó miles de millones de termómetros naturales con los cuales corroborar la noción de que el planeta se está calentando. Lejos de “tambalear la farsa” el calentamiento global es cada vez más innegable.

Chen, I., Hill, J., Ohlemuller, R., Roy, D., & Thomas, C. (2011). Rapid Range Shifts of Species Associated with High Levels of Climate Warming Science, 333 (6045), 1024-1026 DOI: 10.1126/science.1206432

Thursday 18 August 2011

Que Boiron nos lo demande.

Quizás algunos recuerden que hace unos meses publiqué un post explicando qué es el Oscillococcinum. En resumen: es una substancia inexistente que luego se diluye hasta que no queda nada y luego se vente a U$S 1 la píldora como un remedio para “aliviar los síntomas de la gripe”. No sirve y no puede servir. Son pastillas de azúcar o lactosa carísimas. Quien me diga que compraría algo así que me contacte… tengo un buzón en perfecto estado para venderle.

Quienes sigan el blog del Círculo Escéptico Argentino (o su página en facebook o su twitter) u otros blogs de escepticismo ya sabrá a qué viene esto. Recientemente salió a la luz que un blogger italiano fue amenazado por la filial de Boiron de ese país por poner una imagen de su producto Oscillococcinum con una leyenda riéndose de que no tenía ningún principio activo. El blog se llama Blog(0) y este tema ya ha sido comentado por incontables bloggers e incluso el British Journal of Medicine publicó una noticia sobre el caso.

Para más detalles, lean la entrada que escribí en el CEA: 

A pesar de esto, y como explica Samuele, la rama italiana de la multinacional Boiron le envió una carta amenazando con demandar por “haber expresado opiniones falsas e infundadas sobre la homeopatía”. Esto es hipocresía elevada a la 400ava potencia ya que quien realmente está expresando “opiniones falsas e infundadas” es la propia compañía al sugerir que sus preparados sirven para algo. No hay más que leer su página informativa en inglés para encontrar falsedades.

Sigue en: Boiron amenaza con demandar a un blogger italiano.

Thursday 11 August 2011

Clasificación de nubes: Los cúmulos.

nubesliniers

Algodón, espuma, merengue; quizás Liniers no lo sabía pero las nubes de las que está hablando Enriqueta tienen nombre científico: Cúmulus. Y no es la primera vez que estas nubes son publicadas o mencionadas ya que son, por lejos, las nubes más icónicas. Así como el perro “estándar” es el labrador, si a uno le piden que piense en una nube probablemente piense en un cúmulus (o cúmulo). Es quizás la nube más simpática de todas; con su figura rechoncha y llena de rollitos tiene la simpatía de una de esas estatuitas del buda gordo. Además parecen súper cómodas y suelen aparecer en días soleados anunciando buen tiempo, así que no es de extrañar que sean bien recordadas.

Como decía en la introducción, las nubes se clasifican en géneros, especies y variedades. El género Cúmulus tiene cuatro especies:

  • húmilis: cuando es más ancha que alta
  • mediocris: cuando es tan alta como ancha
  • congestus: cuando es más alta que ancha
  • fractus: cuando presenta contornos irregulares y deshilachados como una bola de algodón medio maltratada

Hay veces que uno puede observarlas formando hileras paralelas. Esta es la única variedad del cúmulo que se denomina radiatus y nos hace pensar, ya no en una bola de algodón, sino en toda una plantación.

cúmulus congestus Cúmulus congestus con mucho espacio para extenderse (click para agrandar)

La inolvidable forma mullida del cúmulo se debe a dos factores. Primero están sus bordes definidos que dan la sensación de que uno podría acostarse ahí arriba. Esto es porque los cúmulos, al ser nubes bajas y cálidas, están formados casi siempre por gotitas de agua líquida dándole una apariencia más definida que las nubes altas, que son más bien lechosas por estar formadas por cristales. En segundo lugar, la forma de pompón se debe a que se forman gracias a corrientes convectivas que suben desde abajo.

El aire caliente es menos denso que el frío y por eso tiende a elevarse por encima de él. Además la temperatura tiende a disminuir con la altura (porque se aleja del suelo caliente) en lo que se llama Gradiente Adiabático (lapse rate en inglés). Esto forma corrientes de convección parecidas a las que uno puede observar cuando hierve la sopa. Y así como el fuego calienta el agua y ésta se eleva arrastrando las verduras y los fideos munición, cuando el suelo calienta el aire éste se eleva arrastrando el vapor de agua que contiene. A medida que gana altitud su temperatura desciende y ahí entra en acción otro principio básico. El aire caliente puede contener más humedad que el frío. Cuando en la tele se da el porcentaje de humedad, lo que nos está diciendo es la humedad relativa; que haya 50% de humedad significa que, dada la temperatura del momento, la atmósfera local contiene la mitad de la humedad total que puede contener.

Al disminuir la temperatura de la masa de aire cálido, la cantidad máxima de vapor de agua que puede contener también desciende, por lo que la humedad relativa tiene que aumentar. Al llegar a cierto punto el aire se satura y el agua comienza a pasar de gas a líquido formando gotitas. Las bases de los cúmulos son chatas por esta razón; es un límite por sobre el cual la temperatura es lo suficientemente fría para que el agua se condense. Las cimas tienen montículos porque algunas corrientes convectivas llegan más alto que otras. Pero si la única fuente de energía fueran las corrientes de aire cálido, no habría forma de tener cúmulos. En realidad éstas no son lo suficientemente fuertes para llegar tan alto. Es gracias a otro proceso distinto que podemos disfrutar de ovejas en el cielo.

Esta nube claramente está hecha de sudor…
y necesita un desodorante (click para agrandar)

Es simple de entender: el agua enfría. En los horrorosos días de verano de +35 ºC uno transpira como un cerdo. El cuerpo hace esto porque la evaporación del sudor es un proceso endotérmico, es decir, necesita energía para producirse. La energía para evaporarlo, en el caso del horroroso día de verano, viene del calor de la piel, enfriándola. Pero lo contrario también es cierto: la condensación del agua es un proceso exotérmico y otorga energía (calor) al medio que lo rodea. Pues las nubes están hechas de sudor, por lo que al comenzar a condensarse la humedad del aire, éste se calienta de nuevo dándole un impulso extra que permite que el cúmulo llegue a impresionantes dimensiones al transformarse en cumulusnimbus; una nube de tormenta, rayos y granizo que se extiende hasta la tropopausa (la parte más alta de la tropósfera).

Dije que las gotitas de agua que contiene un cúmulo son “innumerables”. Esto no es técnicamente cierto (más bien son unas 10 mil millones por metro cúbico) pero uno se sorprendería por saber cuánta agua puede contener un pequeño cúmulo mediocris. Imaginemos un cúmulo típico con un volumen de 1km3 y situado a 2km sobre el suelo. Según la US Geological Survey la densidad de la nube es de 1,003 kg/m3 (que flota porque la densidad del aire circundante es de 1,007 kg/m^3). Haciendo cuentas llegamos a que la nube pesa 1,003 × 109 kg, aproximadamente 1 millón de toneladas. Es un puff bastante pesado; aunque también muy poco denso.

Un pileus sobre un cúmulus
(click para agrandar)

Si bien las especies húmilis y mediocris son consideradas nubes de buen tiempo, no es raro que la celda convectiva que las alimenta las haga crecer hasta convertirse en un cúmulo congestus que descargue un chaparrón o incluso un cumulonimbus (la nube de tormenta por excelencia). Claro que esto es un problema sólo para los que consideran que la lluvia no es “buen tiempo”. Es de lo más interesante estar debajo de un cúmulus congestus mientras descarga su precipitación mientras, a lo lejos, se ve el cielo azul despejado con el sol radiante (esto sucedió hace poco sobre Buenos Aires y alrededores). Y ni hablar de las tormentas, verdadero concierto de la atmósfera.

Además de estas especies y su variedad, el cúmulo puede presentar algunos rasgos accesorios interesantes. Si bien van a tener su propia entrada siguiendo la estructura de la Guía del Observador de Nubes, hay uno en particular que me resulta muy lindo y es el pileus. Al ir creciendo en vertical, el cúmulo puede obstaculizar una corriente de aire obligándola a subir. Ésta entonces también comience a enfriarse y condensar vapor en gotitas. Desde el punto de vista del observador, la nube parece haberse puesto una peluca bien peinada. Lo que es curioso es que un proceso similar forma las nubes lenticulares sólo que en vez de una nube, en ese caso el obstáculo es una montaña.


Este post es parte de una serie sobre la clasificación de nubes. Las fotos son mía y hay más en la galería Meteorológicas.