Tuesday 15 February 2011

¿Dios cumple sus promesas?

Esta vez voy a tocar un tema del que no hablaba hace mucho: teología. En sus inicios, este humilde blog además ciencia y escepticismo, hablaba de religión y sus consecuencias políticas. Con el tiempo mis intereses se fueron inclinando más para el lado de la ciencia que de la religión; y como escribo sobre cosas que me interesan, el cambio se vio reflejado también acá. Pero hace unos días escuché un argumento que me pareció original y al mismo tiempo tan simple que pensé en compartirlo.

¿Cuáles son las características del dios cristiano clásico? Omnisciente, omnipotente, omnibenevolente son los tres ‘omnis’ que se le atribuyen más seguido. También es Justo, Bueno y Santo. Muchos ya estarán familiarizados con las objeciones estándar a estos atributos y cómo son mutuamente contradictorios, auto-contradictorios o incompatibles con los datos observados. Por ejemplo, un ser omnisciente no puede ser omnipotente ya que si sabe absolutamente todo, conoce con anticipación sus acciones y, por lo tanto, no tiene el poder de cambiar de parecer. Si Dios es Omnipotente, Él puede romper sus promesas; porque hasta los hombres tenemos esa capacidad. Pero si Dios es Justo, Él debe cumpirlas; porque es de justos hornrar su palabra. Por lo tanto, Dios no puede ser Omnipotente y Justo a la vez. ¿Puede Dios crear una piedra tan pesada que ni él pueda levantar? O la forma más genera, ¿puede Dios crear un ser más poderoso que él mismo? Si es omnipotente, no puede, pero al mismo tiempo tiene que poder. Etcétera.

No pocas veces el teísta trata de esquivar la bala al postular, sin fundamento previo alguno, que su dios no puede ser analizado por la lógica, que hay que verlo con los ojos de la “Fe”. Esto, más que nada, es una admisión de derrota, ya que se traduce como “me quedé sin argumentos pero igual sigo creyendo lo que creo”. Obviamente, la fe no es una fuente de conocimiento confiable. Cualquiera que vea esta lista de confesiones religiosas cristianas (hay unas 34.000 sectas cristianas distintas) verá que no hay mucho consenso sobre qué es lo que dice la fe; y eso es sólo contando el cristianismo…

Una vez que tiramos la lógica por la ventana, es imposible cualquier discurso racional. Sin embargo, apliquemos esa premisa (que Dios no se rige por la lógica) a las creencias del mismo teísta. Para empezar,dado que tampoco respeta el principio de identidad, yo puedo decir que soy dios y no hay ninguna objeción que valga. Y por otro lado, si Dios no se rige por el principio de no contradicción, entonces puede existir y no existir al mismo tiempo; por lo tanto, tanto el ateo como el creyente tienen razón. Finalmente, si Dios está afuera de la lógica, no hay nada raro con el siguiente silogismo:

  1. Todo humano es mortal.
  2. Sócrates es humano.
  3. Dios es un sánguche de milanesa de soja envuelto en papel film

Lo único que puede decir el teísta es que su fe le dice que no es así. Pero, como ya establecimos, dios puede ser un sánguche de milanesa y no serlo al mismo tiempo. De todas formas, mi fe podría decirme eso.

Lo cual nos lleva a la pregunta que titula esta entrada. En Génesis 9:8-17 Dios promete que no va a haber otro diluvio universal (sólo un ejemplo, cualquier promesa hipotética vale lo mismo). ¿Está Dios obligado a cumplir esas promesas? Para empezar, hay una clara contradicción. Si Dios es Omnipotente, Él puede romper sus promesas; porque hasta los hombres tenemos esa capacidad. Pero si Dios es Justo, Él debe cumplirlas; porque es de justos honrar su palabra. Por lo tanto, Dios no puede ser Omnipotente y Justo a la vez. Pero si Dios no se rige por la lógica entonces puede cumplir sus promesas aún cuando no las cumpla. Es decir, ¿qué contradicción habría entre “Dios cumplió su promesa de no más diluvios” y “Dios envió otro diluvio universal” si no está permitido utilizar reglas básicas de razonamiento?

Conclusión.

Esta línea de argumentación más que probar la inexistencia de Dios, sirve para demostrar la ininteligibilidad del concepto; está lleno de contradicciones e incoherencias. Algunos lo aceptan y postulan, ad hoc, que las contradicciones no son tales porque la lógica no se aplica a Dios. Esta es una muestra más de lo infinitamente maleable que el el concepto de Dios. Es por eso que en la mayoría de los casos es incorrecto hablar de “la hipótesis de Dios”. Un ser imaginario, caprichoso, todopoderoso e infinitamente maleable no sólo es incognoscible sino que carece de poder explicativo por hacerse compatible con cualquier observación o dato.

Cuando una idea es tal que no puede siquiera ser falsa; cuando un ser es tan elusivo que es indistinguible de un ser inexistente (dragón invisible e incorpóreo que escupe fuego que no quema) o cuando está repleto de contradicciones lógicas, la única posición razonable, en mi opinión, es el agnosticismo. En este sentido (que no es la utilización estándar), el agnosticismo es aún más ‘fuerte’ que la posición atea de “no creo en dios” ya que postula que creer en dios no sólo no está justificado sino que directamente es imposible de justificar.