Monday 1 February 2010

¿Evo viola el laicismo estatal?

"Je, ¿sabés dónde les voy a meter el dedo a esos anti-indigenistas?" El año pasado Bolivia aprobaba la Constitución Política de Bolivia que, entre otras cosas, destierra a la religión católica de su carácter oficial. Esto se contradice seriamente con la protección excepcional que se le otorga a los pueblos originarios y sus creencias, pero eso es otro tema que no viene al caso.

Recientemente, todos los medios cristianos gritan a los cuatro vientos cosas como “Evo Morales participa en un rito precolombino contradiciendo el laicismo de Estado que ha impuesto en Bolivia”. Dejando de lado el presupuesto de que el laicismo de Estado haya sido “impuesto” (difícil de creer, con un referéndum con una aprobación de más del 60%), esto parece preocupante. Investigando, la mayoría de las noticias que encontré eran virtualmente idénticas y todas estaban en sitios católicos. Es interesante ver cómo quienes tienen una ideología dogmática y simplista son también deshonestos ya que, luego de buscar en muchos blogs y agencias de noticias, me entero que Evo Morales realizó dos ceremonias de asunción. Una es la oficial, realizada en el congreso y otra, en Tiwanaku, sería de carácter simbólico. Fue en esta última donde Evo fue nombrado “líder espiritual” de los aymaras.

La situación, entonces, es compleja. No tengo conocimiento de que la ceremonia oficial haya tenido componentes religiosos de ningún tipo, lo cual es de esperarse en un estado laico. Pero, por otro lado, es iluso pensar que el presidente no tiene sus propias creencias y quizás sería injusto impedirle que festeje sus logros de la manera que él quiera. Fernando Lugo (presidente de paragua y ex cura católico) puede festejar su presidencia con una misa si él quiere. Una ceremonia no oficial sin financiación estatal (no tengo datos al respecto) sería técnicamente legal y no tendría roces con la separación de la Iglesia y el Estado. Pero digo “técnicamente” porque cuando el presidente de una nación es nombrado “líder espiritual”, la línea de separación se empieza a borronear; el presidente empieza a tener autoridad religiosa además de política. Dudo mucho que una situación así sea deseable. La legitimización del poder deja de venir de la Voluntad del Pueblo TM y comienza a relacionarse peligrosamente con el mandato divido.