Thursday 4 March 2010

Negacionismo Climático y Creacionismo.

Me gusta la palabra "Baloney" En el New Tork Times publicaron un artículo de opinión muy interesante en el que habla de como los mismos grupos que hace unos años hacían presión política y lobby para "enseñar la controversia" en la teoría evolutiva, ahora también se subieron al tren del "negacionismo climático". (Como una nota de humor, el diccionario del Firefox no me reconoce "negacionismo" y una de las alternativas que propone es "creacionismo"). Ya hay propuestas de ley y otras regulaciones en varios estados de EE.UU. que pondrían en duda teorías científicas bien establecidas.

En Kentucky, hay una ley a ser votada que incentivaría a los maestros a discutir "las ventajas y desventajas de teorías científicas," incluyendo "evolución, el origen de la vida, calentamiento global y clonación humana". En Luisiana, una ley aprobada en 2008 dice que los comités educativos deben asistir a los maestros para promover "pensamiento crítico" en esas áreas. Y la situación del Comité Educativo en Texas (Texas Board of Education) es crítica desde hace años y también tiene recomendaciones para que los maestros presenten todos los bandos acerca de la evolución y el calentamiento global. También hubo un intento en Oklahoma, aunque no fue promulgada y se aprobó una resolución en Dakota del Sur pidiendo "la enseñanza equilibrada del calentamiento global en escuelas pública" y declarando que "El CO2 no es contaminante, sino un ingrediente altamente beneficioso para la vida vegetal".

Si bien es verdad que existen razones religiosas similares para rechazar ambas teorías, la realidad es que se trata principalmente una estrategia legal. El principio de la separación de la Iglesia y el Estado es explícito en la constitución estadounidense (1º enmienda). En todos los casos en los que los creacionistas trataron de insertar legislación o regulaciones que denostara la posición de la evolución como una teoría científica bien establecida fueron considerados como violaciones de este principio al demostrar que al señalar sólo esta rama de las ciencias, las bases para tal legislación eran puramente religiosas. Al ampliar su crítica a demás ramas de las ciencias se hacen inmunes a tal acusación.

Desde el Discovery Institute (el club de creacionistas idiotas y deshonestos que inventaron el "Diseño Inteligente") dicen que si bien no se oponen activamente al consenso acerca del calentamiento global, es una causa con la que pueden relacionarse. John G. West dice "Hay un dogmatismo similar, con científicos perseguidos por descubrimientos que no acuerdan con la ortodoxia".

Obviamente esta estrategia es una farsa. Aún cuando si se aprobara una ley que exigiera enseñar los argumentos científicos en contra de la evolución o el calentamiento global antropogénico (AGW) , esto no significaría nada. ¿Qué argumentos científicos pueden otorgar? Es verdad que el tema de AGW tiene más sutilezas y más huecos en nuestro conocimiento, especialmente cuando se trata de evaluar las sus consecuencias y generar políticas que las mitiguen. Pero esas sutilezas no significan la existencia de "dos bandos" o que las críticas al núcleo del AGW sean válidas.

El "negacionismo evolutivo" y el "negacionismo climático" tienen muchas cosas en común. La más palpable es la idea conspiranoica de que toda la comunidad científica falsea sus datos y métodos para hacer que sus conclusiones estén en línea con una supuesta ortodoxia. Supone que en las revistas científicas censuran los papers cuyos resultados desafían el consenso. Esto es absurdo, especialmente considerando que, en muchos casos, la situación es inversa. A los editores de las revistas les conviene publicar papers revolucionarios, que propongan nuevas ideas. Esa es la razón por la cual  The Lancet publicó el pésimo estudio de Andrew Wakefield vinculando la Triple Viral con autismo (ASD) y por la cual la mayoría de los papers en medicina resultan ser erróneos. También se puede dar el ejemplo de Max Planck, que recibió el Premio Nobel de Física en 1918 por el descubrimiento revolucionario y heterodoxo de los cuantos de energía.

Si a alguien le quedaban dudas de que los autodenominados “escépticos climáticos” no son más que “negacionistas climáticos”, esto debería aclarar cualquier discusión. Usan los mismos argumentos, los mismos intereses y las mismas falacias. El desdén por el consenso y la aplicación de un doble estándar de evidencia, las críticas a pequeños detalles que no hacen al núcleo de los hechos y las falacias tan comunes como los argumentos por ignorancia (“los modelos son son confiables” vs “no sabemos como tal característica evolucionó”) o por incredulidad personal (“no creo que el hombre sea capaz de afectar el globo” vs “no puedo creer que tal complejidad pueda generarse por evolución”), ataques ad hominem (“las motivaciones son exclusivamente políticas” vs “los evolucionistas quieren negar a dios”), apelaciones a la conspiración (“los resultados no consistentes con el dogma son censurados” vs idem) y apelaciones a la autoridad (“el científico X dice que el AGW es mentira” vs “la biblia dice que no evolucionamos”)