Wednesday 14 April 2010

Por una Facultad de Pseudociencias - Homeopatía en la Universidad Nacional de Córdoba.

Así se titula un capítulo del libro “100 Ideas” de Mario Bunge, en el que se pregunta si debería permitirse una Facultad de Pseudociencias. Es una ridiculización de los argumentos postmodernoides y la apelación a la “libertad académica” utilizados por proponentes de pseudociencias tan distintas como el creacionismo y la homeopatía. Bunge hasta propone un plan de estudios:

Primer año: Introducción a las pseudociencias, Historia de las pseudociencias, Astrología, Alquimia, Piramidología, Demonología. Trabajos prácticos: transmutación de plomo en oro; construcción de horóscopos; búsqueda de napas de agua mediante la horqueta; levitación; reconstrucción de una pirámide egipcia; entrar en contacto espiritual con un demonio

Segundo año: Homeopatía, Naturopatía, Psicoanálisis freudiano, Numerología, Trabajos prácticos: manufactura de remedios homeopáticos para curar el cáncer, la diabetes o el mal de amores; identificar el complejo relacionado con el bisabuelo materno; hallar el significado simbólico del número de Avogadro.

(el ensayo completo está acá)

Esto, que parece ridículo, es exactamente lo que está empezando a pasar en Córdoba, Argentina. Perfil.com publica, en un pésimo artículo (del cual me enteré gracias a Alerta Pseudociencias), que en la Universidad de Córdoba se empezará a dar un curso de postgrado en homeopatía. Una verdadera vergüenza para la educación de este país.

La homeopatía es la doctrina pseudocientífica inventada a principios de 1800 por Samuel Friedrich Hahnemann. Sostiene que al tomar agua que estuvo alguna vez en contacto con una substancia que causaba un síntoma X, el paciente se cura del síntoma X. De más está decir que no funciona más allá del efecto placebo y todos los buenos estudios que se han hecho al respecto han sido negativos. Yo ya hablé del uso de remedios homeopáticos para combatir el dengue en Brasil y como la evidencia es, para decirlo levemente, basura. Alerta Pseudociencias tiene unos buenos artículos que van más en detalle.

Esta situación es vergonzosa y deprimente. Es increíble que en una universidad seria como la UNC enseñe terapias que no sólo no están probadas sin que demostraron ser completamente inefectivas además de que su mecanismo violaría casi todas las leyes conocidas de la química y la física. Lo peor no es que se vayan a formar más homeópatas, sino que esto le brinda credibilidad a este fraude.

El artículo de Perfil, por su parte, es increíblemente malo y parece haber sido escrito por la propia mano de Hahnemann. No hay ni una sola mención de lo ridículo de los principios homeopáticos y publica, sin una pizca de crítica, a Mario Draiman, presidente de la Asociación Médica Homeopática Argentina diciendo que:

“Es un importante avance en la apertura al conocimiento de sistemas médicos no convencionales, pero cuya realidad ha sido demostrada por sus evidencias clínicas”,

No sólo es falso, sino que además es un sinsentido. ¿Sabe el sr. Draiman cómo se le llama a una terapia “cuya realidad ha sido demostrada por sus evidencias clínicas? MEDICINA. La medicina alternativa es alternativa justamente porque su eficacia no está demostrada; si lo estuviera, sería incluida en la medicina. Esto es parte del doble estándar al que aspiraban estos soplaflautas cuando crearon el término “medicina alternativa o complementaria”. Como los métodos objetivos de la ciencia no validan sus ideas, crean un universo paralelo en el que “eficacia comprobada” es sinónimo de “creemos que funciona”.

Y no hay que ser inocentes. Esto no es un mero postgrado, el mismo Draiman muestra sus verdaderas intenciones:

“Es un gran avance que se abran las puertas a una medicina no ortodoxa. Por ahora es un posgrado, pero con el tiempo podría convertirse en una disciplina clínica o en una especialidad”,

Es la estrategia de la cuña utilizada también por los creacionistas. Ir proponiendo pequeños cambios que, por sí solos parecen inofensivos. Antes de que te des cuenta, tenemos una maestría en tarot en la Universidad de Buenos Aires. Nótese, nuevamente, la denominación “medicina no ortodoxa”. Y por último el broche de oro. Siguiendo la tradición milenaria del charlatanismo, Drainman afirma que su terapia cura el cáncer:

“La esclerosis múltiple o el cáncer muchas veces son curadas con el acompañamiento de la homeopatía, y no sin ella”.